• lunes, noviembre 12, 2007

    Sobre las candidaturas presidenciales.

    En una entrevista realizada al ex ministro y el ahora secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, este manifiesta que estaría dispuesto a ser candidato presidencial de la Concertación, pero no a ser candidato si va más de uno a la elección oficial.

    Insulza tiene razón si es que consideramos que llevar más de un candidato a esa primera vuelta es riesgoso, ya que puede dar la sensación de división dentro de la coalición, y finalmente castigue al bloque con votos.

    Uno de los principales problemas que han venido causando los partidos en el sistema político –dentro de la Concertación—es que han paulatinamente estado peleando y posicionando a quienes cada uno quiere que sean los candidatos presidenciales de 2009 desde que asumió Bachelet en 2006.

    Esto muestra que los periodos presidenciales de cuatro años son más instrumentales que los de seis, donde los dos primeros años son para ajustarse y los dos segundos son para hacer campaña.

    Los partidos no solo ponen en jaque la popularidad de Bachelet al tratar de figurar más y estando permanentemente de campaña –buscando definir un candidato de sus filas—, sino que además comprometen ganar las elecciones de 2009.

    Veamos.

    La democracia Cristiana ha venido exigiendo llevar su propio candidato. Su discurso se cimienta básicamente de dos líneas: primero, que son el partido más grande y predominante dentro de la Concertación y que, segundo, ya han pasado dos gobiernos socialistas y es hora de alternancia en el poder.

    Si todos los partidos no llegan a un acuerdo para efectuar primarias dentro de la Concertación, o de llevar solo 1 candidato, demócrata cristiano por cierto, la DC podría forzosamente ocupar la primera vuelta de la elección presidencial del 2009 como filtro natural, presentando un candidato, e ignorando lo que sea la mejor opción para la colectividad.

    El PS y el PPD estarían más bien a favor de llevar un candidato consensuado por primarias dentro de la Concertación. Las cuales son una herramienta común en Latinoamérica y por lo demás han mostrado mejor resultados en el país desde la campaña de 1993. Pero están más pausados en tomar lados, dado que las decisiones más importantes e definitivas se darán luego de las municipales de 2008.

    Por otro lado el PRSD largamente ha venido manifestando su interés por llevar un candidato presidencial. Dado que es el partido más pequeño de la colectividad, este estaría a favor de consensuar en llevar un candidato, preferentemente a José Antonio Gómez. De lo contrario, es muy posible que si la DC lleve su candidato a la primera vuelta, también lo haga el PRSD.

    Es por esto mismo que Insulza se muestra en contra de llevar más de un candidato a la elección. Si la Concertación toma como lección a la derecha—que hizo fracasar sus posibilidades en la elección de 2005—, haría primarias entre todos los partidos. Un candidato apoyado incondicionalmente por todos los sectores es la apuesta más segura para ganar la elección presidencial. Fraccionar aun más la coalición y mostrar signos de debilidad ante el electorado no es una estrategia inteligente, es más bien una estrategia egoísta donde cada partido busca el beneficio personal.

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