• martes, noviembre 06, 2007

    El escenario político esta cambiando.

    Al momento de las elecciones la forma más tradicional y común de llegar a los ciudadanos, es por medio de los partidos políticos. Estos son los que canalizan las ideas y finalmente son los responsables de llevarlas a cabo a través de los miembros de sus filas que logran ser electos en algún cargo.

    Dependiendo de cuantos partidos o colectividades existen dentro del país, la masa electoral puede estar más o menos diversificada, intensificando o haciendo más predecible las elecciones.

    Pero la cantidad no es la única variable que entra en esta ecuación. También es importante la calidad.

    Es ahí donde entra la competitividad. Todos los partidos tratan de maximizar su outcome electoral, por medio de estrategias políticas. La calidad de las estrategias que estos partidos adopten finalmente va a ser las que los lleven a ser exitosos o no en la elección.

    Por ejemplo, como bien han definido, el Bacheletismo-Alianzista es tan raro como la unión de pokemones con lais, pero tal vez sea una de esas estrategias, que nos recuerdan al viejo adagio – de que el que ríe último, ríe mejor –. O la irrupción del nuevo partido Chile Primero, o las amenazas de fisión de la Democracia Cristiana, son factores que aportan en expandir la fauna electoral – en cantidad—. Como sea, una serie de acontecimientos nuevos están sucediendo. Factores que no podemos dejar de lado para analizar cómo se están posicionando los actores de la clase política y además especular con lo que sucederá en el futuro.

    -El boom de Chile Primero.

    Uno de los temas más importantes es el proyecto de Fernando Flores, Chile Primero. Aunque aun no es un partido político, esta en trámites serlo. Desde el 10 de octubre que se presentaron en el registro electoral para institucionalizarse. Tienen siete meses para juntar 350.000 firmas y tener opción a levantar candidaturas para las elecciones municipales de octubre 2008. Uno de las principales vías que usara Chile Primero es convocar a un grupo de votantes que no esta contento con la Concertación. Como disidencia del oficialismo propone un plano ideológico alejado de la política tradicional invitando a los jóvenes a participar y crear un mundo más participativo. Es por esta misma razón que su segundo gran objetivo será convencer al grupo de votantes no inscritos. Tal como éste naciente grupo pretende atraer a nuevos votantes, los más perjudicados serán los de la Concertación. Una fuga de votantes hacia el nuevo movimiento en las elecciones municipales es peligroso, pero si además se concreta con un buen rendimiento, lo preocupante es lo que pasará con la Concertación en las elecciones presidenciales de 2009.

    -Rol de la DC, quiere llevar candidato propio y necesita peso para aquello.

    Uno de los principales temas que preocupa a la Democracia Cristiana en los próximos años es llevar un candidato presidencial único de la Concertación que pertenezca a sus filas. Ahora, la manera más fácil de lograr aquel objetivo es justificarlo con su desempeño electoral. Ya sabemos que la DC es el partido que más presencia tiene a nivel nacional, pero tendrá que demostrarlo el próximo año, una vez más, para tener un argumento convincente para el resto de los partidos del bloque. En 2004 la DC obtuvo 99 alcaldías de 345, es decir 28,6% del total nacional. Por un lado es inevitable admitir el gran peso que carga la DC dentro de la Concertación. Es más, difícilmente esta coalición sobreviviría sin ella dentro. Pero es importante que en las coaliciones democráticas cada partido resalte y justifique su importancia. No porque un partido sea el que tenga más adeptos y más poder sea el indicado a llevar su propio y único candidato presidencial. Seleccionar un candidato presidencial, sobre todo bajo la ideología democrática de la Concertación, tiene que ver con su creencia y convicción general a que esa será la mejor persona para gobernar el país. Por lo que más que argumentos cuantitativos se necesita uno moral. Una vez aclarado eso, se podrá usar su historia electoral reciente como aval. Es decir, si la DC presenta un buen candidato que represente a todo el sector y argumente a favor de la unidad y además hace un buen papel en las elecciones municipales, será la primera opción para llevar un candidato único el 2009.

    -Partido Radical pide su turno.

    Bajo el liderazgo del ex ministro de justicia y presidente del PRSD, José Antonio Gómez, el Partido Radical también exige llevar su propio candidato. Si bien es el partido más pequeño de la Concertación, este considera que ha llegado su turno. En las elecciones municipales también intentará maximizar su beneficio por medio de ocupar más candidaturas y que sean electos más alcaldes. El problema es que por su condición de ser el partido más pequeño de la colectividad, el resto de los partidos le va pedir que se aleje del conflicto para no dañar el interés mayor. El problema es que el partido radical siempre ha sido un sidekick a los más grandes y ya cree que merece una oportunidad, por lo que si esta petición, de solo aportar con votos, llega a la cúpula y ésta decide omitir esa opinión, habrá fisuras importantes dentro de la Concertación que peligraran la carrera por la presidencia.

    - La derecha a punta de estrategias.

    La derecha no ha logrado todo lo que se ha propuesto. Sigue siendo el segundo. Luego de perder todas las elecciones democráticas desde 1990, se podría decir que están en un muy buen momento para cambiar la historia, dado la baja popularidad del oficialismo. Como oposición han tenido algunas falencias, específicamente en este gobierno. Cosa que necesitara corregir si pretende ganar las próximas elecciones que se avecinan.

    Por ejemplo, un muestra de mala estrategia. En las últimas elecciones, para presidente en 2005, la derecha cometió un error clave. En la primera vuelta, entre Lavín y Piñera sumaron más votos que Bachelet, de haber llevado un candidato, probablemente habrían vencido en primera vuelta. La teoría del heladero nos explica que si hay dos heladeros en una playa y ambos se ubican al centro, cada uno venderá a la mitad de la playa, pero si cada uno se ubica en el primer tercio de la playa, con un pacto de vender hasta una mitad cada uno, basta que un heladero rompa ese trato y ya estará vendiendo a 2/3 de la playa mientras el otro solo venda a 1/3. Es decir, si la derecha habría seguido esta teoría y llevado solamente a Piñera, habrían acaparado los votos de su partido y los de la UDI, dado que estratégicamente ellos votan por el “mal menor”, y conclusivamente venciendo a la Concertación. La seguidilla de divisiones y fisuras entre ambos partidos los llevo a perder esa elección. Si la derecha sigue con esa idea, probablemente sucumbirá nuevamente en las elecciones presidenciales.

    Ahora, la derecha en cuanto a estrategia es un poco más difícil de categorizar que la Concertación, dado que esta última tiene la única tarea de mantener, mientras que la derecha tiene que demostrar, remontar y voltear la situación. Sin embargo, hasta el momento podemos distinguir un par de patrones que nos explica como están actuando. Por ejemplo, la estrategia de Lavín. Como bien han definido, el Bacheletismo-Aliancista es tan raro como la unión de pokemones con lais pero es una estrategia que posiblemente dará luces verdes. La última encuesta no solo mostró a Lavín con un porcentaje respetable de popularidad, sino que lo ubico de vuelta en el escenario luego de algún tiempo estando ausente. Ahora, Lavín insiste en que no será candidato presidencial, pero su estrategia, cualquiera que sea, ya lo posiciono en el mapa, cosa que muestra que esta dando resultado, y que cuando sea el momento el podrá usar ese poder de influencia dentro de su colectividad. Es decir, la gran pregunta es ¿Cómo va usar eso a su favor y al de su partido a la hora de las elecciones municipales?

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