• miércoles, septiembre 14, 2005

    Concurrencia en las elecciones del 2005: una derecha deteriorada con posibilidades parlamentarias.

    Desde el magro desempeño que caracterizo el desempeño de Lavin en el municipio del gran Santiago, que viene cayendo casi en picada en comparación del debut estelar que lo convirtió en el goldenboy de la política en las presidenciales del 99. Es tanto así, que la fugaz campaña creativa e innovadora que sorprendió la confianza de Lagos, se deterioró a tan solo tres años del éxito. Aun con el éxito de las parlamentarias del 2001no pudieron ayudarlo. Viene cayendo estadísticamente desde entonces. La gran campaña de Lagos ha contribuido a esconderlo a él y la idea de alternancia política progresivamente. Los éxitos internacionales, la “consolidación democrática”, los avances en los temas de derechos humanos y la apertura al libre mercado de un gobierno socialista han disparado el porcentaje de apoyo a Lagos mas allá de las fronteras políticas. Cuando Piñera entromete en la carrera presidencial, no es mucho lo que afecta a Lavin - si pensamos que no iba ganar las elecciones de igual forma-. Lo que mas ha afectado a Lavin ha sido su mismo partido, la UDI. Cuando David Gallagher dice que hay un grupo de gente en la derecha que siente una especie de derecho natural a gobernar, significa que algo anda mal. Desde el comienzo del proyecto de la UDI que los participantes sienten la necesidad de responder al partido mas que a otro objetivo, lo que ha significado posicionar al partido como la principal preocupación, lo que a resultado en un atado de manos muchas veces a la hora de ser eficaz. A esto Gallagher responde que la única solución es la renovación completa de la derecha. Los problemas han causado un pacto electoral sin mucho entendimiento y fricciones que lo han llevado a ser una alianza poco efectiva. Si bien la búsqueda – el proyecto de ser el principal partido del pais - de la UDI no ha ayudado a la derecha, y ha provocado un hundimiento sistemático de RN, las rencillas con respecto a las candidaturas de Piñera y Lavin no han aportado a una solución benéfica para ambos partidos. Es mas, las rencillas no solo dividen la derecha sino que aportan estabilidad a la centro izquierda de Bachelet, cuando lo que deberían estar haciendo es decidirse por un candidato para aumentar votos y aspirar a una potencial oportunidad para vencer a la candidata de la Concertación. Ya que los votos de Lavin no son trasladables a Piñera, si están ambos en la boleta del voto. Si hay algo rescatable y donde la derecha podría sacar mayor provecho de llevar candidatos seria en aprovechar las elecciones concurrentes. Aunque es casi seguro de que Bachelet sea la próxima Presidente de Chile, y la teoría nos indique de que en las elecciones concurrentes “el ganador se lleva todo”, llevar dos candidatos podría ser beneficioso; en el sentido de que el mismo votante que vote por su opción a Presidente, seguramente votara por el mismo partido, por lo que consecuentemente habrá votos parlamentarios inesperados. En fin, la mayor representación de la derecha en los próximos comicios lo perjudicara en las presidenciales, pero seguramente si hacen un buen trabajo de campaña política, los fortalecerá en las elecciones de Senadores y Diputados.

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