• lunes, diciembre 03, 2007

    Los partidos bisagra.

    A partir de todo este tema de personeros de gobierno molestos, senadores expulsados, senadores renunciados, diputados enojados y políticos díscolos - entre otros - les voy a explicar un poco, y a partir de una especificidad, qué está pasando en este tema, qué va pasar con eso, y cuales son sus consecuencias. Hablemos de causas y efectos. A mi por lo menos me hace ruido el tema de los partidos bisagra. Nosé. El sistema que forzosamente, por decirlo de alguna forma, se nos impuso en los años '80 fue diseñado e implementado para crear estabilidad, es decir dos grandes bloques. Todo eso a costo de un sistema que garantizara representación y competencia [poco democrático, ¿no?]. En fin, esta estabilidad electoral y por ende política, dependía - y depende- de que cada coalición concentre la mitad del poder - teóricamente excluyendo minorías e independientes (ind. Menos que los primeros, dado el impacto regional). Pero luego de eliminar a los incorruptibles e interminables senadores designados, y además de un emparejamiento de cancha, donde ambas coaliciones logran un similar porcentaje de apoyo - al menos algo más competitivo - ya el antiguo sistema se comienza derrumbar, caducar y mostrarse como obsoleto. Esto a base de que el objetivo por el cual fue creado el sistema electoral ya no debería importar, simplemente porque pasó de moda [base: no es democrático, todos los partidos deberian suscribir eso, por lo menos para no ser cara dura]; y aparte 1.- ya no existe el temor que habia en los '80 [del gobierno militar y la comisión Ortuzár] de que en la primera elección la Concertación iba arrasar, por lo que no deben permanecer aquellas - ya ridículas - barreras de entrada; 2.- el desmarcamiento de la política de sus actores ha respondido a una demanda ciudadana. A la gente ya parece no gustarle los políticos , y menos parecen confiar en su clase. Lavín, Flores, Schaulson, Piñera, Zaldívar, otros y casi cualquiera que se autodenomine díscolo, son los que entendieron este concepto; 3.- y un punto como consecuencia: seguir forzando el sistema electoral de éste modo va causar un colapso en el sistema de partidos, en donde los desmarcados busquen cerrar tratos, abrir filas y ganar poder a costa de la institucionalidad de los grandes partidos y coaliciones, los cuales finalmente serán los que necesiten/urgan su apoyo. Ahora, ¿por qué un partido bisagra es importante en esta discusión y no un factor indeseado?, por lo menos bajo las condiciones actuales. Aquí es donde se dividen los que les da lo mismo o creen en los partidos bisagra y los que estan en contra. A modo personal me considero en contra y voy a plantear la problemática desde ese punto de vista y desde esa base. Los primeros (indiferentes o pro) creen que es la corriente natural de la política, casi un hippismo-político. Decir por ejemplo que "Zaldívar es un libre pensador y que está bien que defienda a la gente, y si además es perseguido por la concertación, el gobierno es el malvado y no él" quiere decir que su fundamento es que él quiere hacer el bien. Y es un argumento válido, pero uno que no piensa en las consecuencias de los actos. Tal como Zaldívar, hay muchos otros políticos que crean situaciones que al parecer son irrelevantes o parecen por lo menos permanecer en el club de la pelea de los políticos, pero terminan siendo HECHOS políticos que afectan mas allá de lo que nostros pensamos, así es: esto trasciende señores. En fin, el primer grupo se concentra en observar y calificar el hecho en vivo y en concreto. Los segundos son reaccionarios a eso. Estos piensan en la consecuencia que tiene ese acto. Por ejemplo, es irracional pensar que la expulsión de Zaldívar del partido quedará en eso. Políticos como él no se van a quedar sentados - y no estoy infiriendo que va correr a CP o a RN, pero algo sí va pasar. ¿Qué pasa con Chile Primero? Por ejemplo. Llevar algunos candidatos a las elecciones municipales de 2008 es solo el primer paso. Espere usted sentado a que en las elecciones precidenciales de 2009 pasen a segunda vuelta - y van a pasar (que se lo diga la presidenta)- o no se acuerda usted del pololeo de Lagos con Marín en enero de 2000. Asi es, y le reitero, me parece que lo preocupante es que la "nueva fuerza de centro" (que no lo haria nada de mal como un slógan - o nombre de un partido), o bien los grupos chicos, potencialmente podrian decidir por los grandes.

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