• lunes, diciembre 10, 2007

    4 temas importantes para tener en cuenta en las próximas elecciones municipales.

    Últimamente ha habido algo más de pataleta y movimiento en la política nacional de lo que estamos acostumbrados. Cosa que no debe sorprender, dado que la lucha por el poder en la clase dirigencial es impostergable y no tiene horarios. Pero todo este movimiento tiene una razón, siempre tiene una razón. Los movimientos políticos son estrategias constantes donde el ciudadano común solo tiene una opinión, donde puede favorecer o castigar, cada 4 años.

    Por eso no debe sorprender pensar en lo que esta pasando hoy en día para develar lo que nos trae el mañana. Analizar las elecciones que van a ocurrir en 1 año, no es apresurado. Tal vez lo es para predecir resultados, pero nos ayudará a entender cuales son las estrategias que se están adoptando actualmente para enfrentar el futuro. Por lo general los partidos políticos y los candidatos se mueven en base a metas. Y esas metas naturalmente son ganar elecciones.

    Es por ese motivo que tomamos las elecciones municipales del próximo año como centro del debate para describir y analizar algunos de los temas que están ocurriendo actualmente. Primero vamos a revisar lo que significan las elecciones municipales, luego describir como esta cambiando el escenario político en relación con las estrategias y bloques emergentes que ingresan al debate. El tercer punto tiene que ver con cómo la mujer va tener un rol central en esa elección, y finalmente vamos a revisar como la elección municipal se conforma como una radiografía del momento del cual podremos analizar cuales son las principales rutas que deben tomar los dos principales bloques para la elección presidencial de 2009.

    En definitiva, en este artículo abarco desde el bacheletismo-aliancista y el femicidio político hasta Chile Primero y las elecciones presidenciales de 2009, y claro, todo lo entremedio.

    1. Lo que esta en juego.

    -La importancia de la elección municipal.

    Desde 1990, la elección municipal de 2008 será la decimocuarta elección general y la quinta elección de su categoría. Lo cierto es que desde el retorno a la democracia, la Concertación ha ganado todas las elecciones y quiere mantener su dominación. Por otro lado, la derecha necesita sumar votos urgentes para combatir por la presidencia el 2009.

    En la próxima elección municipal se disputaran 345 alcaldías en 346 municipios que gobernaran las comunas del país durante los próximos 4 años.

    Las elecciones municipales siempre son importantes dado que se elige el representante político más directo y cercano al pueblo. Entender que el alcalde es la autoridad electa menos importante, es una opinión errónea. Si bien el alcalde no toma las decisiones macro económicas ni guía las políticas nacionales, es factible que sea una gran influencia en la vida diaria de los ciudadanos, dado que dentro de la comuna este tiene un poder más colosal que el mismo presidente dentro del país. Pero esto es un arma de doble filo. Ya que si este hace un buen trabajo, seguramente llevará a muchos votantes a preferir su coalición, en cambio si hace uno más bien malo, sumará votos en contra. Trama que no solo es importante para su reelección, si no que tendrá efectos en la elección presidencial. Es decir, quien gane las elecciones municipales será quien este provocando mayor impacto y simpatía en los votantes de esa comuna, cuestión importante cuando solo queda un año para las elecciones presidenciales.

    -La elección municipal 2004.

    En las elecciones municipales pasadas, en 2004, del total de 345 alcaldías en disputa, la Concertación se adjudico 203, la derecha 104, los independientes 32 y solo 6 fueron para el resto de las listas. Por los datos podemos decir que la victoria de la Concertación fue aplastante: dobló a la derecha en alcaldes electos. El resto de los partidos no tuvieron mayor influencia, salvo en aquellas comunas que eligieron alcaldes independientes, que por lo general son personeros que llevan más de un período en el poder y suelen estar ligados a su comuna a través de factores más bien lejanos a las formas tradicionales (partido político-ciudadano).

    - Lo que significa ganar una elección municipal a un año de las elecciones presidenciales.

    A uno año de las elecciones municipales la Concertación va querer repetir su victoria electoral en los municipios y la Alianza naturalmente va querer mejorar su rendimiento.

    Luego de una serie de fallas en el área de políticas implementadas la Concertación no tiene cabida para más errores que la debiliten en la visión de los votantes, dado que perder las elecciones municipales, sería catastrófico. El votante va elegir castigar a la Concertación en las urnas si ésta no logra mostrar que es una coalición sólida y que los problemas pasados se deben a trivialidades más que a conflictos de gobernabilidad.

    En cambio la derecha va querer puntualizar que la Concertación tiene problemas fondo, de forma, de raíz y que además esta desgastada. Va enfatizar en el apartamiento ideológico de sus facciones y desmembración práctica entre los partidos.

    2. El escenario político esta cambiando.

    Al momento de las elecciones la forma más tradicional y común de llegar a los ciudadanos, es por medio de los partidos políticos. Estos son los que canalizan las ideas y finalmente son los responsables de llevarlas a cabo a través de los miembros de sus filas que logran ser electos en algún cargo.

    Dependiendo de cuantos partidos o colectividades existen dentro del país, la masa electoral puede estar más o menos diversificada, intensificando o haciendo más predecible las elecciones.

    Pero la cantidad no es la única variable que entra en esta ecuación. También es importante la calidad.

    Es ahí donde entra la competitividad. Todos los partidos tratan de maximizar su outcome electoral, por medio de estrategias políticas. La calidad de las estrategias que estos partidos adopten finalmente va a ser las que los lleven a ser exitosos o no en la elección.

    Por ejemplo, como bien han definido, el bacheletismo-aliancista es tan raro como la unión de pokemones con lais, pero tal vez sea una de esas estrategias, que nos recuerdan al viejo adagio – de que el que ríe último, ríe mejor –. O la irrupción del nuevo partido Chile Primero, o las amenazas de fisión de la Democracia Cristiana, son factores que aportan en expandir la fauna electoral – en cantidad—. Como sea, una serie de acontecimientos nuevos están sucediendo. Factores que no podemos dejar de lado para analizar cómo se están posicionando los actores de la clase política y además especular con lo que sucederá en el futuro.

    -El boom de Chile Primero.

    Uno de los temas más importantes es el proyecto de Fernando Flores, Chile Primero. Aunque aun no es un partido político, esta en trámites serlo. Desde el 10 de octubre que se presentaron en el registro electoral para institucionalizarse. Tienen siete meses para juntar 350.000 firmas y tener opción a levantar candidaturas para las elecciones municipales de octubre 2008. Uno de las principales vías que usara Chile Primero es convocar a un grupo de votantes que no esta contento con la Concertación. Como disidencia del oficialismo propone un plano ideológico alejado de la política tradicional invitando a los jóvenes a participar y crear un mundo más participativo. Es por esta misma razón que su segundo gran objetivo será convencer al grupo de votantes no inscritos. Tal como éste naciente grupo pretende atraer a nuevos votantes, los más perjudicados serán los de la Concertación. Una fuga de votantes hacia el nuevo movimiento en las elecciones municipales es peligroso, pero si además se concreta con un buen rendimiento, lo preocupante es lo que pasará con la Concertación en las elecciones presidenciales de 2009.

    -Rol de la DC, quiere llevar candidato propio y necesita peso para aquello.

    Uno de los principales temas que preocupa a la Democracia Cristiana en los próximos años es llevar un candidato presidencial único de la Concertación que pertenezca a sus filas. Ahora, la manera más fácil de lograr aquel objetivo es justificarlo con su desempeño electoral. Ya sabemos que la DC es el partido que más presencia tiene a nivel nacional, pero tendrá que demostrarlo el próximo año, una vez más, para tener un argumento convincente para el resto de los partidos del bloque. En 2004 la DC obtuvo 99 alcaldías de 345, es decir 28,6% del total nacional. Por un lado es inevitable admitir el gran peso que carga la DC dentro de la Concertación. Es más, difícilmente esta coalición sobreviviría sin ella dentro. Pero es importante que en las coaliciones democráticas cada partido resalte y justifique su importancia. No porque un partido sea el que tenga más adeptos y más poder sea el indicado a llevar su propio y único candidato presidencial. Seleccionar un candidato presidencial, sobre todo bajo la ideología democrática de la Concertación, tiene que ver con su creencia y convicción general a que esa será la mejor persona para gobernar el país. Por lo que más que argumentos cuantitativos se necesita uno moral. Una vez aclarado eso, se podrá usar su historia electoral reciente como aval. Es decir, si la DC presenta un buen candidato que represente a todo el sector y argumente a favor de la unidad y además hace un buen papel en las elecciones municipales, será la primera opción para llevar un candidato único el 2009.

    -Partido Radical pide su turno.

    Bajo el liderazgo del ex ministro de justicia y presidente del PRSD, José Antonio Gómez, el Partido Radical también exige llevar su propio candidato. Si bien es el partido más pequeño de la Concertación, este considera que ha llegado su turno. En las elecciones municipales también intentará maximizar su beneficio por medio de ocupar más candidaturas y que sean electos más alcaldes. El problema es que por su condición de ser el partido más pequeño de la colectividad, el resto de los partidos le va pedir que se aleje del conflicto para no dañar el interés mayor. El problema es que el partido radical siempre ha sido un sidekick a los más grandes y ya cree que merece una oportunidad, por lo que si esta petición, de solo aportar con votos, llega a la cúpula y ésta decide omitir esa opinión, habrá fisuras importantes dentro de la Concertación que peligraran la carrera por la presidencia.

    - La derecha a punta de estrategias.

    La derecha no ha logrado todo lo que se ha propuesto. Sigue siendo el segundo. Luego de perder todas las elecciones democráticas desde 1990, se podría decir que están en un muy buen momento para cambiar la historia, dado la baja popularidad del oficialismo. Como oposición han tenido algunas falencias, específicamente en este gobierno. Cosa que necesitara corregir si pretende ganar las próximas elecciones que se avecinan.

    Por ejemplo, un muestra de mala estrategia. En las últimas elecciones, para presidente en 2005, la derecha cometió un error clave. En la primera vuelta, entre Lavín y Piñera sumaron más votos que Bachelet, de haber llevado un candidato, probablemente habrían vencido en primera vuelta. La teoría del heladero nos explica que si hay dos heladeros en una playa y ambos se ubican al centro, cada uno venderá a la mitad de la playa, pero si cada uno se ubica en el primer tercio de la playa, con un pacto de vender hasta una mitad cada uno, basta que un heladero rompa ese trato y ya estará vendiendo a 2/3 de la playa mientras el otro solo venda a 1/3. Es decir, si la derecha habría seguido esta teoría y llevado solamente a Piñera, habrían acaparado los votos de su partido y los de la UDI, dado que estratégicamente ellos votan por el “mal menor”, y conclusivamente venciendo a la Concertación. La seguidilla de divisiones y fisuras entre ambos partidos los llevo a perder esa elección. Si la derecha sigue con esa idea, probablemente sucumbirá nuevamente en las elecciones presidenciales.

    Ahora, la derecha en cuanto a estrategia es un poco más difícil de categorizar que la Concertación, dado que esta última tiene la única tarea de mantener, mientras que la derecha tiene que demostrar, remontar y voltear la situación. Sin embargo, hasta el momento podemos distinguir un par de patrones que nos explica como están actuando. Por ejemplo, la estrategia de Lavín. Como bien han definido, el bacheletismo-aliancista es tan raro como la unión de pokemones con lais pero es una estrategia que posiblemente dará luces verdes. La última encuesta no solo mostró a Lavín con un porcentaje respetable de popularidad, sino que lo ubico de vuelta en el escenario luego de algún tiempo estando ausente. Ahora, Lavín insiste en que no será candidato presidencial, pero su estrategia, cualquiera que sea, ya lo posiciono en el mapa, cosa que muestra que esta dando resultado, y que cuando sea el momento el podrá usar ese poder de influencia dentro de su colectividad. Es decir, la gran pregunta es ¿Cómo va usar eso a su favor y al de su partido a la hora de las elecciones municipales?

    3. Ley de cuotas y femicidio político, el rol de la mujer será clave.

    Hay algo claro. Bachelet no ha logrado concretar todas las promesas que desplegó durante su campaña presidencial. Esto incluye uno de sus proyectos más emblemáticos dado su calidad de mujer. Bachelet prometió paridad de género en su gabinete, cuestión que acabo largo tiempo antes que el fin de su gobierno y mucho antes que de lo que debe haber sido. Si bien algunos insisten en que la paridad no se trata de una ecuación perfecta, sino de una igualdad de oportunidades, la verdad es que no ha logrado posicionar a la mujer en la política en una misma plataforma de poder que el hombre.

    La ley de cuotas llega a ser un nuevo instrumento para combatir el femicidio político. Luego de que la presidenta erróneamente utilizo una estrategia de justificación del mal desempeño que ha tenido el gobierno últimamente con el femicidio político, ahora pretende adoptar una estrategia frontal donde ataca directamente el problema de la supuesta inferioridad política con que se cataloga a la mujer. Esta es por medio de la ley de cuotas, que pretende dar el golpe de gracia en esta materia. Dicha ley no solo se puede concretar como uno de sus proyectos emblemáticos en cuanto al avance que pueden tener las mujeres en la participación democrática, sino que las integraría neta e históricamente al proceso de las elecciones.

    El proyecto de ley de cuotas tiene como objetivo asegurar una mínima cantidad de mujeres candidatas en las próximas elecciones municipales – y en adelante –, tanto como para alcaldes como para concejales. Si se compara la cantidad de hombres que son alcaldes con el de las mujeres, podemos entender porque esto es una importante medida. Del total de alcaldes del país, tan solo 12,4% son mujeres. Pero esto no es culpa de que los votantes no prefieran mujeres. La razón de porque existan tan pocas mujeres electas, radica en la cantidad de mujeres que son candidatas. Del total de candidatos a alcalde solo 16,2% fueron mujeres. Es decir, si la oferta es baja, lógicamente el porcentaje del total de electas, también será bajo. La ley de cuotas define que el mínimo umbral para la candidatura es de 40% de mujeres por lista. Con más mujeres en las boletas electorales es muy probable que veamos más mujeres en las alcaldías.

    Ahora, si bien Bachelet se encuentra en el momento de popularidad más baja, utilizar un antídoto contra el femicidio político no solamente le va servir para aumentar su popularidad, sino que aportara en la inclusión de las mujeres de forma más igualitaria en la política. Incluir a las mujeres en el escenario político es un hecho trascendente. Proponer una ley de mayor inclusión de las mujeres significa importantes puntos a favor para la presidenta en los ojos de la gente. En la política, y en especial en ojos del votante, siempre es bien visto ayudar a las minorías y a los grupos vulnerables. Ahora, dejando de lado la estrategia, el hecho en sí, si bien no va ser lo que caracterice el gobierno de Bachelet, sí va ser un paso importante para la sociedad y la política chilena. Tener mayor igualdad de oportunidades fortifica la democracia.

    4. La elección sirve como fotografía del momento. Bachelet se va querer afirmar, y dependiendo de los resultados electorales los bloques nuevamente se posicionaran.

    Recordemos que más, y mejor que encuestas, las elecciones sirven como fotografía del momento. Quien gane las elecciones municipales tendrá un gran impulso para las presidenciales de 2009. Pero entre ahora y entonces ocurrirán muchas cosas. Sin embargo hay dos factores que se repetirán constantemente y que son tácticas en común para ambas coaliciones. Primero, cada bloque tendrá que probar que son una mejor opción que el otro y segundo, que ambos usaran las elecciones municipales de 2008 para reforzar esa idea.

    -El rol del oficialismo.

    El trabajo de Bachelet ha sido cuestionado ampliamente por la derecha, por sectores de la misma Concertación e incluso por personeros de su propio gobierno. Si bien no se puede negar que ha sido un gobierno mediocre, tampoco podemos establecer que las condiciones para dirigirlo han sido las mejores. Indudablemente se puede observar que ha faltado lealtad de la misma Concertación, para corregir cualquier indicio de ingobernabilidad.

    Pero sin embargo, sean cuales sean las condiciones, es la labor de la Presidenta navegar en contra de todas las corrientes, aun en la tempestad, de la forma más fluida posible. Y en definitiva no ha logrado pasar esa idea. Esta en las manos del gobierno demostrar, de aquí a diciembre de 2009, que la Concertación es la mejor opción para gobernar el país. De lo contrario, los votantes juzgando, y posiblemente desencantados con la labor de Bachelet podrían castigar, poniendo fin a la continuidad y dando paso al cambio.

    -El rol de la oposición.

    El rol de la oposición es algo más complicada analizar —como ya se menciono en el punto 2—, ya que debe no solo demostrar que ellos son una mejor opción, pero deben mostrar que la Concertación se ha convertido en un tanque sin bencina. Es una tarea más ardua de lo que parece. Dado que ser una oposición muy blanda puede dejar entrever la escasa capacidad de liderazgo que podrían ejercer si se les da poder, pero ser una oposición excesivamente dura muestra su exuberante deseo de obtener el poder, actitud que podría ser interpretado como codicia política para los votantes, en cual caso es más probable que sean castigados que premiados con votos.

    El principal rol de la oposición es fiscalizar el trabajo del gobierno. Ahora por su condición de ente representativo de la gente también esta obligado a proponer ideas que sean productivas para el país. Pero ideas que también tácticamente conlleven a estar enfocadas en demostrar que son mejores de las que esta proponiendo el oficialismo y últimamente convencer de que son una mejor opción. Objetivamente hemos visto que la derecha no ha logrado demostrar que son una mejor opción que la Concertación, avalado en las últimas cuatro elecciones presidenciales, las cuales ha perdido. Una razón de esto es su carácter confrontacional y violento a la hora de cumplir su rol.

    Por ejemplo, si Bachelet muestra ingobernabilidad, la vocación natural de la derecha es mostrar esta vulnerabilidad para reducir su popularidad al máximo y mostrarse como una mejor opción. Pero para mostrar esta vulnerabilidad tiene dos opciones: resaltar que la oposición es mejor simplemente porque están hechos de ideas y convicciones de mejor material, o por otro lado, resaltando lo malo y erróneo del oficialismo.

    La derecha ha optado más bien por lo segundo, mostrar a la gente lo malo e ingobernable que esta el país bajo el gobierno de la Concertación. Pero al hacer esto, los que pierden son la gente. Esto porque la derecha no hace bien su trabajo de fiscalizador, dejándose llevar en busca de resultados electorales. En el peor escenario, también es posible que el oficialismo caiga en el juego y que ambos sectores se enfrascan en peleas por el poder en vez de consensos para el bienestar del país. Ahí no gana nadie, ni la gente ni los bloques políticos.

    Para hacerse más atractiva, la derecha debe optar por una solución híbrida, donde aporte al país constructivamente mediante ideas y soluciones a problemas nacionales o específicos, pero a la vez no despreocupe su desempeño electoral. Es decir, el rol de la oposición consiste en fiscalizar al gobierno y proponer ideas constructivas pero tácticamente buscar el poder. Ahora bien, la táctica, errónea por cierto, de la derecha ha sido excesivamente confrontacional mostrando las debilidades del gobierno, lo cual tal vez ha ayudado a bajar la popularidad de la presidenta, pero no ha traído más confianza de la gente en la derecha. Hasta el momento ha sido el propio gobierno el culpable de hundir su popularidad con sus proyectos, como por ejemplo el Transantiago, las negociaciones sobre temas laborales, las reformas a la educación o salud, etc.

    La derecha tal vez puede ayudar a remarcar las cosas malas del gobierno de la Concertación, pero no es la única solución. También debe mostrar unidad y evitar las rencillas entre sus facciones. Deben ser vistos como una opción compacta y real para que la gente se acerque a ella. Solo así podrán concretarse, lo demás es esperar un golpe de suerte.

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