• sábado, septiembre 27, 2008

    Obama vs McCain: el primer debate

    El debate entre candidatos presidenciales en época de crisis económica es una inmejorable ocasión para proponer ideas y plantear soluciones. Debates nacionales televisados son la mejor manera de captar votos de indecisos y de los electoralmente ambiguos. Es por eso que uno podría que pensar que es una coincidencia que en la misma semana de la peor crisis económica desde 1929 se da el primero de cuatro debates entre candidatos presidenciales. En el debate del 25 de septiembre, el candidato demócrata Barrack Obama y el candidato republicano John McCain, se enfrentaron a sus propios desafíos. Mientras Obama trato de priorizar el tema económico por sobre el de relaciones exteriores, McCain buscó mostrarse como un político de experiencia y de corte precidencial.

    Un poco de historia

    La crisis financiera no fue pequeña. De hecho marcó el devenir de este debate. De los cuatro debates programados (tres entre los presidenciables y uno entre los candidatos a la vice-precidencia) el primero suponía enmarcar el tema de relaciones exteriores y seguridad nacional, mientras que el tercero era el encargado de tratar los temás económicos y domésticos. Esto se revirtió en buena medida, y la apuesta más segura es que en todos los debates que sigan va haber un fuerte sabor a economía y hacienda.

    Es bajo ese marco que podemos analizar el escenario previo al debate desde dos perspectivas: (a) entender la lógica del debate como un evento coyuntural (la crisis económica), y (b) mirar el debate como observador desde un punto más lejano (la carrera desde hace algunos meses medido en encuestas).

    Obama claramente llegaba al debate aprovechando la reciente crisis económica en Wall Street que en cierto sentido jugaba a su favor. Dado que el manejo económico del gobierno evidentemente no ha sido el mejor, la crítica al sistema actual se hizo más fácil. La crisis económica sirvió para reemplazar los temas de relaciones exteriores con los temas económicos. Es decir, el debate se centró en el punto fuerte de Obama por sobre el punto fuerte de McCain. Punto para Obama.

    Por su parte John McCain se enfrentaba a un escrutinio de carácter ético tras suspender su campaña a mitad de semana con el argumento de “repensar el apuro económico del país”. Tema controversial por dos motivos.

    Primero porque uno espera que sean estos los momentos en que los presidenciables demuestran a los votantes porque deberían ser presidentes, respondiendo preguntas como, ¿quién es mejor para el trabajo? o ¿quién tiene mejores soluciones? Y segundo simplemente porque como Senador no tiene nada que hacer. Motivo que lo hizo retomar su campaña tres días después y participar en este debate. Punto en contra para McCain.

    Por otro lado están los números. La siguiente tabla muestra las encuestas previas al debate:

    Los datos muestran resultados alentadores para ambos candidatos. Mientras que Obama lleva la ventaja o al menos empata en preferencias si las elecciones fueran hoy día, McCain muestra una tendencia gradual a ir aumentando apoyo popular.

    Ahora, si bien estas estadísticas son alentadoras para ambos candidatos, deben ser interpretados con precaución. Por el lado de McCain, el aumento en las preferencias seguramente están correlacionados con el boom post-convención republicana en donde inesperadamente nombró a Sara Palin como su Vice-Presidente. Pero como es natural que este tipo de boom -que muestran una sorpresiva alza-, se apacigüe con el correr de los días. Por otro lado las cifras que son en general buenas para Obama, no son tan buenas. Los números, si bien se han mantenido, no han mostrado una inclinación a la alza, por lo que los debates van a ser un punto importante para lo que resta de la campaña.

    ¿Ósea, qué nos dice todo esto? Partamos de la base. En una elección donde sólo hay dos candidatos la meta es obtener 50%+1 de los votos para resultar electo. Ambas encuestas muestran que esto aun es posible para los dos candidatos. No hay nada definitivo aun. Si bien no podemos hacer inferencias significativas a partir de estos datos, si podemos establecer que existe una tendencia de estabilidad entre ambos candidatos, lo que en definitiva significa que cualquiera de los dos puede superar la meta si logra sumar votos del sector de los indecisos/otros. Justamente la tarea a realizar en los debates.

    El debate del 25 de septiembre (2008)

    El debate en sí, no tuvo nada de especial. Era un debate donde se esperaba que los candidatos presidenciales dieran soluciones de tono presidencial (curiosamente) a la crisis financiera del momento y conversaran entre ellos sus discrepancias. Era el primer debate exclusivo entre ambos despues de la larga serie de primarias. Pero al momento de los que-hubo, no logró saciar las espectativas. Fue más que nada un pre-calentamiento.

    En el marco de la aguda crisis económica que actualmente afecta a Estados Unidos, los candidatos discutieron dos temas importantes. Primero sobre cuáles son los mejores medios para recuperar el dinero (700 billones de dólares) que se prestó al sector privado para evitar el congelamiento de la economía Estadounidense. Y segundo, como reactivar la economía, y transformarla en una variable estable.

    Obama, como buen demócrata insistió en un sistema de impuestos que contribuyera de mejor manera a los ingresos de la clase media. Mientras que por otro lado McCain insistió en cortar impuestos y redistribuir los beneficios. Ninguno dijo nada nuevo. Viejos discursos que provienen de sus ancestros politicos.

    A parte del tema inicial hubo dos puntos altos, la energía y las relaciones internacionales. Mientras que en las políticas de enegría Obama convenció más, en los temas de relaciones internacionales (entiéndase guerras), McCain impuso su "experiencia".

    Comento tan poco sobre la tematica del debate porque en general fue uno más bien plano. No hubo ni sorpresas ni discusiones interesantes. Simplemente fue una repetición de lo que ya hemos venido esuchando desde diciembre 2007 (agregandole un par de "dimes y diretes" entremedio). Por ese motivo, y dejando a un lado el que (contenido), podemos observar el como (actitud).

    Tal vez lo más interesante fue el despliegue táctico de los candidatos. La postura de McCain mostrandose como un candidato político de tomo y lomo, y con experiencia necesaria para hacer el trabajo dijo mucho más de el (y para donde lleva su camapaña) que el fondo de su mensaje. Esto se vió en momentos cuando intentó bajar a Obama con frases como "parece que Obama no entiende", y la repetición de la palabra "yo".

    Obama por su parte pareció ser un debatiente más correcto, pero más timido a la vez. Su estilo más academico, por decirlo de alguna forma, casi lo traicionó cuando dejaba a McCain liderar en la imposición de temas. Dado que esto es una pelea de politica, Obama debe aprender a comportarse más politico (aunque signifique ser mas hóstil), dentro del ring.

    En fin, esperemos que en el próximo debate veamos algo más de acción.

    ¿Quién ganó?

    Para ganar un debate hay tres batallas importantes: (a) el mensaje, (b) cómo los candidatos transmiten ese mensaje, y (c) cómo los votantes reciben ese mensaje.

    El más difícil de evaluar es el mensaje. Sin duda. Es el más subjetivo. Depende de cómo la gente posicione los temas que los candidatos proponen como importantes en sus propias escalas valóricas. Por ejemplo, si el votante cree en proseguir con la guerra en Iraq, va apreciar de mejor manera la opinión de McCain. Pero si la persona piensa que debería existir un sistema de salud y de educación manejado centralizadamente desde Washington, tenderá a apoyar a Obama.

    En la segunda batalla Obama dominó a McCain: la transmisión del mensaje. El pasado académico de Obama le brinda una mejor capacidad explicativa en la transmisión de ideas. Durante este debate fue mucho más claro que McCain. Por lo general Obama logro responder con más exactitud las preguntas. Además tuvo la ventaja de culpar al gobierno de Bush por el colapso económico y luego de comparar a McCain con Bush. Y esto la gente lo sintió. McCain por su parte no hizo un mal debate pero sigue faltando regularidad en su discurso y precisión en sus ideas.

    Finalmente, en la batalla de la percepción de las ideas ganó Obama. Una de las primeras encuestas mostró que Obama supero a su rival por 39% a 25% (CBS), mientras que otra le dio la victoria 51% a 38%.

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