• jueves, mayo 08, 2008

    A nombre de los olvidados: la crisis de los perros de Chaitén.

    Es impresionante la cantidad de perros vagos que hay en Chile.

    Independiente de cuando y donde, por lo general todas las ciudades chilenas tienen una cantidad excesiva de perros que simplemente andan dando vueltas sin destino. Esas jaurías de perros ya no sorprenden, ni tampoco el regalón de la plaza que siempre esta. Ya son parte de lo cotidiano. Es la vida de perros en Chile

    Pero, ¿qué se hace normalmente con estos perros?

    Las perreras no funcionan, simplemente no funcionan. De mi experiencia he visitado algunas y sencillamente no andan bien. Tienen a pocos perros –basado en el universo- en condiciones sanitarias bordando lo moralmente inaceptable.

    Parece que los "duermen" también. La verdad es que no se bien, pero lo que sí se es que el mecanismo de control -sea cual sea-, nunca ha funcionado, no funciona y no va funcionar si no se hace algo serio y masivo.

    Ahora debería mencionar algo sobre experiencias internacionales de control animal, pero me imagino que todos tienen claro que en países como USA, o ENGLAND u otros EUROPEOS simplemente NO hay perros en las calles. Quizás sea porque el nivel cultural de estos países es mayor y el problema esta cortado de raíz: hacerse cargo de los indeseados. Pero, también han sido más inteligentes que nosotros en tener un plan de reserva eficaz. En este caso, en estos países más avanzados, es tener un control de animales salvajes funcional y efectivo.

    Ahora mi punto, ¿por qué nos preocupamos de los perros de Chaitén y no los de todo Chile?

    No podemos velar por los perros de Chaitén y no por los de Antofagasta o los de Talca; no podemos preocuparnos de salvar a los que tienen dueños y no los que están abandonados. Y no quiero ser el aguafiestas pero me parece que es ser un poco inconsecuente esto de querer salvar a los "elegidos", cuando el problema hay que solucionarlo de raíz.

    Es como cuando la Iglesia y ciertos sectores de la derecha se manifiestan en contra, y se movilizan, para evitar repartir la píldora del día después GRATUITAMENTE, pero no tocan el tema de que se venda en las farmacias. O de como algunos sectores políticos predican la democracia, sin embargo niegan constantemente el perfeccionamiento a la base de nuestra democracia: el sistema electoral binominal.

    En fin, personalmente soy un amante de perros, he tenido toda mi vida y siempre tendré. Pero me importa tanto el mió como el de los demás. Y si bien la obligación del dueño es responsabilizarse por el bienestar de su mascota, creo que es bastante difícil pedirle a una entidad del tamaño del Estado que vele por algunos y no por otros. Creo que si bien es necesario un plan de emergencia –de mascotas-, es más necesario aun un plan de proyección nacional.

    Ergo, creo que es irresponsable una campaña para salvar a algunos sobre otros.

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