• jueves, mayo 15, 2008

    Inscripción Automática, Voto Voluntario.

    UPDATE 18/05/08: OJO CON LA EDITORIAL DE LA TERCERA REPORTAJES (ESTAMOS N´SYNC):
    Resulta que unos personeros pertenecientes al rincón de la estrategia electoral de la UDI presentaron un documento que declara la incompetencia de promulgar la ley que establece una inscripción electoral automática y un voto voluntario. La esencia del documento postula que la ley favorecería a la Concertación en cuanto a beneficios electorales. El informe carece de sustentos empíricos y sobra de “pillería” política.

    El documento –que impacta a toda la clase política- esta principalmente dirigido desde la UDI a RN. Esto porque no toda la derecha esta en contra de esta moción. De hecho el proyecto de ley ingresado en junio de 2004, fue obra de tres legisladores de derecha y uno de la Concertación (Horvath, Romero, Espina y Viera-Gallo). Es decir, en el fondo la UDI –representada públicamente por este documento- esta tratando de arrinconar a RN en una posición en contra de la Concertación, basado en beneficios electorales y no beneficios para el país, o en ese caso beneficios para Chile.

    El documento titulado “Inscripción Automática: ¡Alguien está equivocado!” hecho por el ingeniero electoral de la UDI, Andrés Tagle, falla en su esencia y es deficiente desde varias perspectivas.

    1. Es cierto que la ingeniera electoral permite calcular la dirección de los votos y predecir –en cierto sentido- tendencias y patrones. Pero uno de los principales puntos en contra del argumento de Tagle es que basado en que si se cambia una ley que obliga a votar, a una que no lo obliga, es prácticamente imposible dilucidar cuantos votantes finalmente participaran efectivamente.

    2. La misión central de los personajes políticos, y por ende de los partidos políticos en sí, radica en mejorar la calidad de la democracia (en su sentido positivista), y la calidad de vida. En consecuencia escuchar a la gente e interpretar de la mejor manera su voluntad, debería ser la motivación de estas personas e instituciones políticas. Calcular votos de esa manera muestra lo contrario. Muestra que ganar más escaños esta por encima de los principios y rectores democráticos. Porque al discutir sobre la democracia, hay que dejar de lado el mapa y la calculadora, ¿no?

    3. Independiente de los efectos que pueda traer esta ley se ha demostrado que es una medida sana y positiva para el país. Esto esta más que explicado por organismos que estudian estos temas, donde el argumento central es que “cerca de 2.4 millones de potenciales electores no están inscritos en los registros electorales del país, los cuales representan cerca el 20% del total de chilenos que están en condiciones de votar (10.4 millones). Si a ello se suman el promedio de personas que se abstienen de votar (1 millón), se obtiene que un 31% de la población nacional en edad de votar no lo está haciendo”. Una inscripción automática dejaría en calidad de votar a todos, promoviendo entre otros el voto “de última hora”, o el voto de “libre de conciencia”. Y por otro lado el voto voluntario, generaría simpatía en su general y promovería un proceso libre de ataduras.

    Asimismo múltiples estudios y argumentos concluyen el beneficio de contar con reformas electorales de este tipo. Por ejemplo:

    (a) Países con inscripción automática, 14% aprox. más de votación, es decir se aumenta la cantidad de personas que participan en la decisiones que se toman en Chile;

    (b) La gente tiene la oportunidad de decidir voluntariamente si participa o no participa, es decir se fortifica la democracia;

    (c) Los partidos políticos no podrán calcular cuantos votantes necesitan y cuantos tienen de base, dado que el mercado será más impredecible, es decir se aumenta la competencia y la calidad del debate.

    Por otro lado es interesante ver como ha caído la participación electoral en Chile. Sobre todo entre los jóvenes, que bajaron de 36%, en 1988, a 9%, en 2004. Otro dato duro es la casi nula cantidad de gente nueva que ingresa al sistema. Desde 1993, el padrón electoral “está estancado en 8 millones 100 mil votantes, y la tasa de nuevos inscritos apenas cubre a quienes salen del registro por muerte o inhabilidad por pena aflictiva”.

    En el resto de Latinoamérica muchos países ya han avanzado en esta misma materia. La inscripción automática ya esta en Argentina, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, Panamá Venezuela, no así en Brasil, Costa Rica, Ecuador y Perú. Sólo en Colombia y Chile la inscripción electoral es voluntaria. Según el estudio de FLACSO-Chile, de los 18 países analizados, en 16 de ellos, el voto es obligatorio y con sanciones para quienes no asistan. Sin embargo, sólo en tres países se aplican efectivamente estas sanciones. Es decir, ¿para que tanto sirve tener un sistema de voto obligatorio si no se aplica?

    En fin. En contra de la “opinión” de Tagle, la inscripción automática y el voto voluntario son una medida positiva para el país. También en contra de su principal argumento, de que un cambio de ese tipo favorecería a la Concertación, es una creencia ingenua. Si bien se puede especular con aquello es lo mismo que decir que la clase baja por ser clase baja vota por el Partido Comunista (totalmente falso, de hecho vota por la UDI).

    Etiquetas: , , , , , , , ,