• sábado, octubre 25, 2008

    El experto a domicilio

    Para interpretar el resultado de estas elecciones municipales debemos estar pendientes de un par de cosas. Primero, queremos saber quién sumó más votos y quién logró más escaños, esto nos dirá quién ganó las elecciones. Luego, queremos saber cuáles fueron los principales cambios y desplazamientos de poder, esto nos permitirá entender cómo reacciona el sistema electoral cuando hay importantes cambios estratégicos. Finalmente queremos saber lo que este proceso representa tras-bambalinas, lo cual nos permitirá proyectar estrategias electorales hacia el futuro.

    Hay tres criterios para determinar quien ganó la elección. Primero, contando quién obtuvo más alcaldes. Segundo, contando quién obtuvo más concejales. Y tercero, contando quién logró escoger más alcaldes en la 10 comunas más emblemáticas (las comunas con más inscritos).

    En 2004, la Concertación venció en los dos primeros criterios mientras que la Alianza en el tercero. En esta ultima elección, la Concertación obtuvo 203 alcaldes, y la Alianza 104. En la elección de concejales, la Concertación logró 49% de los votos contra 38% de la Alianza. Y la Alianza ganó en 6 de las 10 comunas con más inscritos del país.

    Si la Alianza logra sumar más alcaldes, sumar más concejales y al menos mantener las 6 comunas que ganó en 2004, podremos decir que tuvo un mejor desempeño que la Concertación. En cambio, para que la Concertación gane esta elección no es suficiente obtener más alcaldes y concejales que la Alianza, sino que también deberá al menos mantener su superioridad en votos y lograr elegir más alcaldes que la Alianza en las diez ciudades más emblemáticas del país.

    En otra esfera es importante entender como los cambios que se dan en la elecciones modifican el sistema político. Esto significa identificar la medida en que se desplaza el escenario político. Para esto es importante observar el comportamiento de los votantes cuando los partidos cambian sus estrategias. En 2008 habrán varias cosas nuevas que analizar. Entre ellas el aumento sustancial de opciones.

    En las elecciones municipales de 2004 se presentaron 6,000 candidatos. En la elección de 2008 habrán alrededor de 10,000. Esto tendrá diferentes efectos en las elecciones de alcaldes y en la elección de concejales. Mientras que en la elección de alcaldes la distribución de escaños será bastante similar a lo que ocurrió en 2004, la distribución de escaños para conformar el concejo municipal tendrá resultados disímiles. Esta diferencia será condicionada por la inclusión de dos listas nuevas, relativamente fuertes: ‘Por un Chile Limpio’, y la división de la Concertación.

    La lista ‘Por un Chile Limpio’, conformada por el Partido Regionalista, candidatos independientes, y una parte sustancial de ‘Chile Primero’, pretende desordenar el actual esquema dominado por la Concertación mediante una fuerte irrupción en las elecciones con una numerosa presencia de candidatos nuevos. ‘Por un Chile Limpio’ presenta un total de 1,550 candidatos a concejales, de los que 1,250 son del PRI, 250 independientes provenientes de ‘Chile Primero’ y alrededor de 100 del ‘Partido Ecologista’; también llevaran 110 candidatos a alcalde.

    Por otro lado esta la novedosa ruptura de la Concertación. Si bien para la elección de alcaldes permanecerá como una única coalición, para la elección de concejales se dividirá en la ‘Concertación Democrática’ y la ‘Concertación Progresista’.

    La división en dos listas se fundamentó con la teoría económica de la oferta. Pepe Auth, Presidente del PPD, justifica esta decisión explicando que si hay más oferta, habrá más gente comprando. Lo cual es cierto en el sentido de que la Concertación probablemente recibirá algo más de votos, sin embargo no necesariamente recibirá más escaños.

    El problema con el razonamiento de Auth es que no toma en cuenta el método de distribución de votos (d’Hondt), el cual en esencia, terminará por perjudicar a la Concertación si es que ésta no logra una cantidad de votos significativamente superior que la Alianza. Esto dado que aumentara la dispersión de los votos (mas candidatos obtendrán mas votos), pero no necesariamente la volatilidad (los votantes permanecerán fieles a sus coaliciones).

    Finalmente podremos entender los resultados de las elecciones del 26 de octubre como un predictor de estrategias. Si bien no nos dirá quien ganará la elección presidencial de 2009, sí nos mostrará en que dirección están mirando las cúpulas de los partidos.

    Los porcentajes de apoyo a los partidos en estas elecciones serán un indicador eficiente del peso relativo con que cuente cada partido dentro de sus coalición. Bajo este supuesto las elecciones sirven como razonamiento ex-ante para repartir sus respectivas cuotas de poder. Asimismo, los votos contados el 26 de octubre serán el principal argumento con que se negociarán las candidaturas y cuotas de poder para las elecciones concurrentes de 2009.

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